jueves, 18 de diciembre de 2014

¿Llegaron los Chinos a América antes que Colón? Los viajes de Zheng He


Al hablar de grandes exploradores del océano siempre nos vienen a la mente nombres occidentales pero, no por ello en oriente olvidaron explorar el mundo. Zheng He fue un aventurero, navegante y explorador chino que nada tiene que envidiar a los almirantes europeos descubridores de “nuevos mundos” y similares. Este gran marino, nacido en 1371, se atrevió a navegar por el Océano Occidental, para los chinos de la época, refiriéndose al Índico. Con una gigantesca flota de cientos de naves, algunas con más de cien metros de eslora, exploró el sudeste asiático, Indonesia, la India, llegó a Persia y Arabia, pisó Egipto y, como tan increíble viaje no le parecía gran cosa, pues nada… ¡llegó al sur de África!

Ahora bien, aquí viene la polémica, se sabe que hizo muchos viajes, pero no se conoce con exactitud su número y sus rutas. Ayer, El Mundo, se hizo eco de la reciente publicación en The Economist de un artículo acerca de un misterioso mapa. Se trata de una representación del mundo que data de 1763, pero parece ser una copia de un mapa mucho más antiguo, supuestamente de 1418. Se muestran en ese pedazo de papel de bambú, al parecer, las aventuras de Zheng He, una gesta digna de ser recordada. Las crónicas cuentan, con gran asombro, las maravillas que aquel navegante contempló en su viaje alrededor del mundo y en nuevas tierras… Sí, no es un error, se dice que circunnavegó el planeta y que llegó a América siete décadas antes que Colón.

El problema es que, por desgracia, muchas de las narraciones no se pueden fijar con exactitud en el espacio geográfico y, el nuevo mapa aparecido hace poco, tampoco aclara nada porque, no se puede descartar que en su elaboración se hayan empleado datos posteriores a la época de Zheng. Muchos expertos creen que es auténtico, así que, ¿habrá que “destronar” a Colón como “descubridor” de América? Es un decir, porque, en el terreno de las leyendas, en el que también se mueve Zheng, los fenicios, romanos y vikingos, llegaron antes… ¡Y si no que se lo cuenten a Leif Ericson, hijo de Erik el Rojo, que llegó a Norteamérica alrededor del año 1000! tomado de ...

Más sobre Zheng He
Wikipedia: Zheng He
China celebra el centenario de este navegante

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Alimentos venidos del nuevo mundo

Patata, tomate, chocolate y maíz

¿Qué productos americanos han sido, y son, los principales protagonistas de la alimentación europea? Sin duda, y por este orden: patata, tomate, chocolate y maíz.

La patata, originaria del Perú, llegó a Europa de tapadillo y como planta decorativa. La verdad es que se transportó deshidratada por lo que su aspecto no era muy agradable. En principio nadie imaginó que debajo de aquellas flores inmaculadas se escondía lo que terminaría con la hambruna de los europeos. En Inglaterra sus flores llegaron a equipararse a las orquídeas, y muchas flamantes novias dieron el SÍ con un ramo de patatas, bueno de flores de patata.

En España también fueron admiradas sus flores, pero sin llegar a los altares. Se cuenta que hacia 1580 se las dieron a probar a Felipe II como algo exótico. Le debieron gustar tanto que sugirió que se cultivaran en Borgoña e Italia, un poco lejos de la península. No obstante, Galicia debió hacer oídos sordos a la real recomendación porque pronto comenzaron sus cultivos, primero como alimento porcino y enseguida, partida en cachos, para los humanos; de ahí el nombre de cachelos.

Aún así, la patata como alimento carecía de prestigio; se decía que producía la lepra, otros le achacaban vergonzantes impotencias y los más exagerados sostenían que era un tubérculo venenoso empleado por las princesas incas para deshacerse de los maridos. Solamente Santa Teresa se atrevió a recetarlas como remedio estomacal. En el siglo XVII, las gentes prefirieron pasar hambre antes que comer patatas, o como decían ciertas coplas de la época: me muero voluntarioso para no morirme de hambre.

A partir de 1770 y gracias a los esfuerzos de Parmentier, la patata se convierte en lo que hoy es.

En cuanto al tomate, aunque dicen que su origen está en Perú, la verdad es que se domesticó y desarrolló en México. Muy pronto entra en España por el puerto de Sevilla y, al igual que la patata, se considera planta decorativa. El médico Monardes, publica en 1565 un tratado acerca de las cosas que se traen de las Indias Occidentales, entre ellas está el tomate y explica su cultivo, pero como planta ornamental. Al tomate se le reconocían sus cualidades estéticas pero se le negaban las dietéticas. Aseguraban que era indigesto, venenoso, que producía convulsiones y ácido úrico y, si todo esto no era suficiente, se añadía que su posesión acarreaba un sin fin de desgracias y sinsabores.


Se llegó a decir que el simple aceite en que hubiera sido frito, aplicado a las sienes, pasaba como droga a la sangre, causando un sueño artificial del mayor riesgo y, en otros casos, generaba una especie de angina de pecho diagnosticada por muchos médicos como cardiopatía tomatiana. Pocos años después de los escritos de Monardes, Francisco Hernandez, médico de Felipe II, escribiría, no sin cierta confusión, que el tomate aliviaba las irritaciones de garganta, oído y del aparato digestivo.

Los primeros datos de su consumo los encontramos en Nápoles en 1560, y de ahí pasó a Génova y después a Niza. Hacia el año 1.600, reinando Felipe III, el cocinero real Montiño en su libro Arte de comer, no dice nada del tomate. La primera referencia escrita, como alimento, que aparece en España se debe al libro de cocina de los frailes capuchinos, en el mil setecientos y pico, poco antes de la llegada de Carlos III. Este rey, durante su estancia napolitana, no sólo había degustado el tomate sino que sentía por él verdadera pasión.

Chocolate y cacao

Hablar aquí, en estas tierras, de la historia y excelencias del chocolate y cacao, se me hace bastante inútil y petulante. Es como loar al buen Dios en un convento. Eso sí, voy a comentar algo sobre su impacto en el Viejo Mundo.
Se sabe que lo conoció Colón en su cuarto viaje, pero fue Cortés quien informó al Emperador de su uso y consumo. Como era de rigor en la época, el chocolate se cristianiza de inmediato sustituyendo el voluptuoso picante por el inocuo azúcar, y su éxito fue rotundo. Éxito que se aprovechó para gravar el cacao con grandes cargas.
Dada su composición cristiana, en los conventos los frailes ingerían hasta doce tazas al día, y eso entre horas. En las iglesias, las elegantes damas se hacían traer por sus doncellas jícaras de chocolate que degustaban durante el sermón, costumbre que la tímida oposición eclesiástica no conseguía erradicar.

La Sorbona puso el grito en el cielo ante el liberalismo hispano-eclesiástico, y la teología interfirió con el chocolate. La gran pregunta fue si éste rompía o no el ayuno. Llevado el asunto ante el Papa Clemente VII, al cual los españoles habían regalado de antemano 24 bellísimas tazas de chocolate, éste, haciendo uso de la diplomacia vaticana, prefirió no decantarse. Finalmente como era un líquido, no se discutió más.

El chocolate llegará a Francia en 1616, con la boda de Ana de Austria y Luis XIII, poco después a Inglaterra y Alemania. En Austria, un tal Kramer abrió una chocolatería pública, nada extraordinario dado que este tipo de establecimientos ya existían en toda Europa, a no ser porque junto al chocolate ofrecía a los clientes la oportunidad de leer el periódico.

En Francia, cuando la boda de Luis XIV en 1682, el periódico Le Mercure de France alabó entusiasmado la gran chocolatada nupcial y la afición se hizo general. Siete años más tarde, la marquesa de Sevigné, dadas sus aficiones literarias, escribió que la marquesa De la Croux había dado a luz un niño negro por haber tomado mucho chocolate durante el embarazo. Felizmente el susto que provocó entre las elegantes damas de la época, pronto se disipó al comprobar el parecido del bebé con un esclavo negro de la marquesa.

Con la llegada de los Borbones, el uso del chocolate se incrementó. Sabemos que Carlos III siempre iba con su famosa chocolatera panzuda, de la que bebía entre horas. En contra de Felipe V hay que señalar, entre otras muchas cosas, que vendió la fórmula de fabricación del chocolate, oficialmente secreta hasta entonces, reservándose España únicamente el monopolio del cacao (1728).

Vainilla y maíz

Al hablar del chocolate no podemos pasar por alto a la reina de las especias mejicanas: la vainilla (vainilla planifolia o thilxochitl). Unida al cacao daba, y da, un delicioso aroma, aroma que el Viejo Mundo apreció de inmediato.

El primero en describirla fue el médico toledano Francisco Hernández. De ella se aprovechó todo, tanto en cocina como en farmacia. La ingestión de sus granos o una simple infusión con pequeños troncos, bien enteros o convertidos en polvo, proporcionaban a los caballeros una fuerte sensualidad. Se cuenta que Madame du Barry, cuya fama de actriz y cortesana andaban a la zaga, suministraba a sus amantes grandes cantidades de estas infusiones para despertarles la libido.

En cuanto al maíz, todos conocemos su importancia en la alimentación americana. Al igual que el trigo, debió ser manipulado genéticamente en la alta antigüedad, dado que para su cultivo se precisa la intervención del hombre para desprender sus simientes. Pero contrariamente al trigo es un cereal mucho más generoso: seco sirve para el pan, cuando es tierno, de verdura, y fermentado, de bebida.

El maíz hizo muy pronto su presentación en sociedad: el 16 de octubre de 1492, Colón lo recoge en su diario con el nombre de panizo y, sin embargo, en el tercer viaje lo llama maíz, palabra tomada de la voz taína mahiz o mays. Los primeros cronistas lo llamaron “pan de los indios” y “pan de las Indias”, buscando su equivalente en el Viejo Mundo. Este afán por la búsqueda de un sucedáneo, ha planteado, durante siglos, el dilema de sí el maíz es netamente americano o, por el contrario, ya era conocido, aunque no aprovechado, en Asia.

Los defensores del origen asiático son los famosos botánicos Anderson y Stonor protagonistas del hallazgo de cierto tipo de maíz primitivo en la provincia india de Asam, cerca del Tibet. Como aval de este descubrimiento estos profesores aportaron escritos antiguos, entre ellos los de Plinio (s. I), en los cuales describe un grano que nace en caña y se cubre de hojas, y tiene como remate unos cabellos largos y finos; y aunque Plinio le da el nombre de milio, nada tiene que ver con la descripción del mijo. También añadieron a su teoría el largo y diverso elenco de nombres con los que se conoce el maíz: grano turco, blé de Guinée, milho de Guine, grano de Arabia, grano sirio....

En contra de este hipotético origen la mayoría de los investigadores no dudan de su origen americano, y aseguran que el maíz fue traído a España, de donde pasó a Francia, Alemania e Italia. Por su parte, los portugueses lo llevaron a Guinea y Asia en el s. XVI. ¿Porqué se conoce como grano turco?. Seguramente se debe a los venecianos y a su comercio con el Imperio otomano. Tradicionalmente se sabía que las tierras sirias y libanesas eran óptimas para el cultivo de los cereales, y en aquella época dependían de los turcos.

Por su parte el Veneto carece de tierras de cultivo, por lo que debieron entregar la semilla para ser cultivada, reservándose los venecianos el comercio, y de este comercio sí hay abundante documentación. Y todo este trasiego de semillas, cultivo y comercio comienza 28 años después de que Colón lo describiera en su diario.

Café y caña de azúcar

Y ahora voy a referirme a dos productos, que si bien sus orígenes pertenecen al Viejo Mundo, hoy en día, casi son representativos de América: café y caña de azúcar.

Los orígenes del café se pierden en misteriosas leyendas. La atribuida a los cristianos se debe a un tal Fausto Naironi, profesor de caldeo y asirio en la Roma del s. XVII, que describió por primera vez el café. Contaba que a mediados del s. XV, un pastor etíope se quejó a unos monjes porque no podía dormir debido a que su rebaño no dejaba de saltar.

Los monjes supusieron que los animales habían comido algo extraño y se hicieron conducir al lugar en donde había pastado el rebaño. Tomaron una muestra de los frutos de unos arbustos y, llegados al convento, la ingirieron: el resultado fue la pérdida del sueño.

En vista de lo cual, los avispados monjes cuando oraban por la noche tomaban estos frutos cocidos en agua para combatir la somnolencia. La otra versión, la árabe, mantiene al pastor pero, naturalmente, obvia a los monjes, y lo sitúa en la Meca. También existe otra versión árabe mucho más rocambolesca, en donde se mezclan el amor, el castigo y la recompensa.

La verdad es que desde tiempos inmemorables se bebía la infusión de café, tanto en Abisinia como en Etiopía, y desde allí probablemente pasó a Arabia.

La contrahistoria, o la historia más moderna, se debe a dos alemanes: Straimberg y Strüz, el primero estudioso del Antiguo Testamento y el segundo, médico. Esta historia, y no digo leyenda porque ignoro hasta qué punto puede ser cierta, se remonta a muchos siglos atrás de las anteriores.

Ambos afirman que la infusión de café ya se conocía en tiempos de la reina de Saba –1.000 años a.C.- y que es ella, seguramente, quien introduce el cultivo en Oriente medio durante su convivencia con Salomón. Asimismo aseguran, después de un exhaustivo estudio de los cuatro libros escritos por Salomón, que la exaltación y la mística del Cantar de los cantares, se debe al gran consumo de café.

Volviendo a la realidad constada, todos conocemos cómo los holandeses traen las primeras plantas de café, poco después los franceses y, por último, todo quien pudo hasta convertir a Iberoamérica en el primer productor, ya que representa, en la actualidad, más de las tres partes de la producción mundial.

Con la caña de azúcar sucede algo parecido. Mientras que en China e India se cultivaba y se usaba como edulcorante desde tiempos remotos, en el mundo mediterráneo, aunque se conocía y en algunos lugares crecía espontánea, su consumo sólo se comprendía en medicina.

En el s. IX los árabes refinan el azúcar y llega a Europa por dos conductos: Venecia y los árabes de España. Con las Cruzadas se vulgarizó su uso, y eso que no llegaron a conocer el ron. Colón llevó la caña de azúcar a Santo Domingo y Cortés a México. A partir de 1553, el azúcar que se consumía en España se importaba de México.

El nombre de azúcar lo recogimos del árabe sukhar, porque lo que los griegos llamaba sáccaron (sacarina) era un compuesto de miel y agua, o higos, o dátiles con agua. Tomado de....

Los Justos Títulos, polémica para el debate

¿Qué Derecho tenía la Monarquía Castellana a hacerse con el dominio y la propiedad de las nuevas tierras?
¿Cómo determinar los precisos derechos de la Corona sobre las tierras descubiertas.? Es decir, ¿ qué derechos de soberanía se podían invocar sobre las nuevas tierras para incorporarlas a la Corona Castellana?
Todo esto supuso en la época un serio conflicto que además se complicaba con la existencia de rivalidades políticas entre el reino de Castilla y el vecino reino de Portugal y por la competencia marítima entre ambas potencias, que llevaron a diversos acuerdos entre ambos países:
Año
Tratado
1479
Tratado de Alcoçobas o Paces de Toledo
1493
Bulas Alejandrinas
1506
Tratado de Tordesillas
1529
Tratado de Zaragoza

¿Cuál era la condición jurídica de los habitantes de las Indias?

Vinculado con lo anterior, una vez determinados los títulos de la anexión de las Indias a la Corona, había que esclarecer las razones morales sobre la situación jurídica de los naturales de esas tierras. Y sobre las políticas que el estado español les aplicará en lo futuro.
Desde la llegada de Colón a las Indias esta fue una cuestión de la mayor importancia. Averigua más sobre ello, o otra visión sobre el tema, ¿ genocidio americano?. Y a partir de ahí organiza un informe defendiendo o atacando la actuación desarrollada por la monarquía española, en función de lo que consideras más adecuado.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Esquema de la Unidad 6

El esquema del tema 6 debe ajustarse a los siguientes puntos.
6. Expansión ultramarina y creación del imperio colonial (siglos XVI y XVII)
-Descubrimiento y conquista. La polémica de los «justos títulos».
-La colonización americana.
-Gobierno y administración.
-Impacto de América en España y Europa.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Las Especias en la comida del s. XV



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La palabra pimienta procede del latín pigmentum, cuyo significado es colorante de materia orgánica y los romanos la empezaron a utilizar en Egipto como droga afrodisíaca en primer lugar y posteriormente como condimento, es curioso leer textos latinos que hablan del calor que produce y la sensación de voluptuosidad que da al cuerpo esta especia. También en la edad media se habla como estimulante sexual de éste grano, hay una historia de como la monja doña Garoza le prepara al arcipreste Juan Ruiz alimentos y como el ya conoce como conforta y calienta el cuerpo el pequeño grano de la pimienta, contado en su elogío de las duennas chicas.

Pero fue en la época bizantina cuando cobró especial importancia esta semilla importada por los alejandrinos a éste país, los cuales la comercializaron con los venecianos y fue en el año 1.222 cuando la pimienta estuvo a punto de cambiar la historia del Mediterráneo cuando el dogo Pietro Zanni propuso a los venecianos trasladar la capitalidad a Constantinopla, en aquella época en poder de los cruzados, para poder monopolizar el comercio de la pimienta, la propuesta fue denegada en votación por un sólo voto. ¿Como habría sido la historia si ese voto se hubiera decantado por trasladar la capital a Turquía?, curiosidades como estas nos hacen meditar sobre la precariedad de nuestra civilización.

La canela fue otro producto básico en el comercio, se sabe que entró en Europa por Alejandría, nudo clave en la ruta del comercio con oriente, se utilizaba para varios usos, en la Biblia se habla de Esther que se enamoró del rey Asuero y que la utilizaba como cosmético, también era usada para perfumar el vino y como no, también, y hasta la actualidad, como un elemento importante y casi indispensable de la repostería.

La canela fue usada, chupando sus palitos o en infusión como estimulante y como afrodisíaco, todas las especias tuvieron esa finalidad y no fue hasta algo más tarde cuando la dio a conocer en polvo Bizancio. Los Templarios la utilizaban para casi todo los alimentos, para condimentar el pescado, la carne, todo.

El jengibre se consumía en polvo y es un ingrediente esencial en la elaboración del pan de especias bizantino, pero su uso más peculiar fue en Venecia y en la Borgoña se utilizaba para curar a las gentes de estómago frío, historia esta hilarante para mi por como se hacía: A los duques de Borgoña después de comer les entraban frialdad de estómago y temblor de piernas y entonces para remediarlo tomaban más de un litro de vino hirviendo con jengibre con lo que se recomponían y sonrosaban, suponemos que también quedarían tirados en el suelo borrachos.

También se usó el vinagre de jengibre para aliñar las ensaladas y para, mezclado con agua, como refresco al final de las cabalgadas, en realidad como tónico.

El clavo procedente de la isla de Java fue usado en principio como medicina, de hecho aún hoy se usa para curar orzuelos y sabañones y también para preparar escabeches junto con el laurel y como condimento para las carnes, recuerdo los estofados de mi madre condimentados con esta especia, con nuez moscada y con ramitas de canela como algo delicioso.

La nuez moscada, fruto del árbol muscata, se utilizaba en los monasterios budistas para aromatizar el agua fresca. Tuvo gran éxito en Bizancio, en la cocina de Toscana y en la Roma del renacimiento. El Cesar Valentino la usaba sin cesar molida pidiéndola a Venecia con correos y dejando oro para los nuevos pedidos, se cuenta que este hombre murió en Navarra y su gran herida darían nombre al aroma moscado.



martes, 9 de diciembre de 2014

Conceptos del Tema 6

TEMA 6 -

CONCEPTOS RELACIONADOS - Cacique, Compañía de Jesús, Criollos, Casa de Contratación, Encomienda (modelo americano), Mita, , Quinto Real, Tratado de Tordesillas, Bula InterCaetera, virreinato, Audiencia

PERSONAJES: Cristobal Colón, Hernán Cortés, Francisco Pizarro. Fernando de Magallanes, Juan Sebastián Elcano.

FECHAS - 1492, 1494, 1519-1520, 1522, 1532-1533.

Comentario de mapa Histórico


Vamos a realizar el análisis de un mapa histórico. Para ello vamos a realizar una serie de pasos:


  • PRIMER PASO: delimitar el espacio físico representado. Para ello utilizando las referencias geográficas procederemos a describir el espacio geográfico que nos afecta.
  • SEGUNDO PASO: indicar el tiempo, procediendo a encuadrarlo en una secuencia temporal, periodo histórico.
  • TERCER PASO: especificar los símbolos de la leyenda, concretando o matizando aspectos.
  • CUARTO PASO: analizar de forma general los contenidos del mapa, como en una especie de resumen.
  • QUINTO PASO: Desarrolar y matizar los aspectos previamente vistos en el mapa, vinculándolos a aquellos estudiados.
Y ESTE ES EL MAPA EN CUESTIÓN: LA ÉPOCA DE LOS DESCUBRIMIENTOS

sábado, 6 de diciembre de 2014

Mapas y Portulanos

Las cartas portulanas o portulanos

Los portulanos o cartas portuláneas son un tipo de mapa que aparece en el s. XIII y adquieren su máxima difusión en los s. XIV y XV si bien se continuaron utilizando hasta bien entrada la Edad Moderna. Estos mapas facilitaron la aplicación práctica de la brújula.
Características

* utilizan como base una retícula basada en los rumbos o derrotas de la rosa de los vientos.
* son mapas con una escala gráfica llamada tronco de leguas.

Clases de portulanos:

  • Las cartas naúticas puras, que se atienen únicamente a las lineas de costa y litoral; especialmente del Mar Mediterráneo y el Mar Negro.
  • Las naútico-geográficas que representan con igual detalle la superficie terrestre y la marina llegando, en ocasiones, a representar todo el mapa del mundo. De este tipo destacan las llamadas cartas catalanas por el idioma en el que están los topónimos y las leyendas que proceden de los talleres de Palma de Mallorca.

Procedencia:

Bagrow distingue tres grupos de cartas portuláneas en función de su procedencia:
  • Cartas portuláneas italianas

Su producción se inicia a mediados del s. XIII con la llamada Carta Pisana (conservada en la Biblioteca Nacional de París) y le siguen, ya en el siglo siguiente, la Carta de Carignano (desaparecida del archivo nacional de Florencia), la obra del genovés Pedro Vesconte, la de Francisco Pizigano, y las de Beccario Canepa y los hermanos Benincasa, naturales de Ancona.
  • Cartografía mallorquina
El Mediterráneo. Atalas de Abraham Cresques. 1375
El Mediterráneo. Atalas de Abraham Cresques. 1375

Los talleres mallorquinos desarrollan por primera vez las cartas naútico-geográficas manteniendo un estilo homogeneo en la representación de algunos accidentes del terreno. Algunos autores incluso defienden que el origen de toda la cartografía portulana está en las escuelas mallorquinas; pero sea como sea, estos talleres fueron los que llegaron a un mayor grado de perfección y conformaron un estilo que influiría en toda la cartografía. Tanto los cartógrafos italianos como los portugueses encontrarían en ellos un modelo a imitar; hasta tal punto fue su reconocimiento que cuando el infante D. Enrique el Navegante decide desarrollar cartas portulanas acude a Palma de Mallorca en busca de un maestro y contrata al judío Jafuda Cresques.

La obra cumbre de toda la producción mallorquina es el Atlas de Abraham Cresques, de 1375, conservado en la Biblioteca Nacional de París. Este mapa fue confeccionado a petición del infante D. Juan, hijo de Pedro IV de Aragón, deseoso de una fiel representación del mundo. El Atlas consta de 12 hojas sobre tablas (69 cm por 49 cm) unidas con pergamino y dobladas en forma de biombo en las que resulta sorprendente la fiel representación de Asia desde el Mar Negro hasta Catay en la que se tiene en cuenta la información de Marco Polo, Jordanus y otros.

En el s. XIV destaca la obra de Guillermo Soler que cultiva tanto la cartografía naútica como la naútica-geográfica.

Al s. XV corresponde la carta de Gabriel Valseca, conservada en la Biblioteca Central de Barcelona, con una primorosa ejecución y animados detalles.
  • Cartografía portuguesa

Esta cartografía, desarrollada a imagen y semejanza de la mallorquina, añade únicamente la inclusión de las líneas de los trópicos y el ecuador sobre la araña formada por las derrotas.( Basado en ...)

miércoles, 3 de diciembre de 2014

La cocina Sefardita

No hay documentación fiable de la llegada de los judíos a la península, pero sí que fue antes de la conquista romana. Para algunos historiadores vinieron con los fenicios que comerciaban con Tarsis (todo el Guadalquivir), otros sitúan la llegada a raíz de la conquista de Jerusalén por Nabucodonosor, aunque lo más probable es que fuera un destino más, durante la gran Diáspora provocada por la invasión de Tito en el año 70. En la carta que san Pablo escribe a los romanos, habla de estos asentamientos en su visita a Hispania y en esa misma época, Jonatán ben Uziel describe la península como la Sefarad bíblica, de ahí llamar sefardíes a los judíos aquí residentes, al identificarlos con la éxegis de los versículos del profeta Abdías que habla de «los desterrados de Jerusalén que están en Sefarad» (Abdías 20)
Hasta principios del siglo IV en que se celebra el Concilio de Elvira (Eliberris o Illiberris, ciudad hoy desaparecida y próxima a Granada), la comunidad judía formó parte de las diferentes tribus que poblaban la península bajo gobierno de Roma, pero en esta ocasión, el famoso obispo Osio de Córdoba, lanzó la primera advertencia sobre la amenaza que, para el incipiente cristianismo, suponía la presencia de una religión tan asentada como la judía en lo que ya se consideraba territorio cristiano.
A finales del siglo VI (año 589), durante el III Concilio de Toledo en el que Recaredo renegó del arrianismo para convertirse al catolicismo, la Iglesia se manifestó abiertamente en contra de la convivencia judeo-cristiana y, apenas dos décadas después (612), el rey Sisebuto ordenó la primera expulsión, confiscación de bienes y persecución antisemita.
A pesar de ello, la comunidad se mantuvo fuerte, aunque más o menos clandestina, hasta la invasión musulmana en que varios de sus acaudalados miembros, como el comerciante toledano Elifaz, financiaron la campaña de Tarik y adquirieron un status de élite en la nueva España multirreligiosa. Lo digo así porque no se trataba de una lucha del Islam contra el cristianismo como se cuenta en las escuelas españolas. De hecho el tal Elifaz pagó al ejercito de Sisberto, un witiziano y por tanto cristiano, para destronar en la batalla de Guadalete al tirano Don Rodrigo, del que el poeta Ben Hair llegó a decir: “No se viera cosa igual ni en tiempos en que aquel faraón que mandó a las parteras que así vieran nacer un niño judío lo hicieran matar”.
Gobernantes tan poderosos como el Papa Alejandro II o el rey Alfonso I, ordenaron guardar respeto a los judíos y sus propiedades, incluyéndolos incluso en altos cargos de la administración, hasta el punto de que la mayoría de consejeros de Alfonso X El sabio, eran de esta confesión.
Pero las colosales fortunas que acumularon despertaron tantas envidias, que en 1391 se produjo una terrible matanza en Sevilla, el pogromo orquestado por el arcediano de Écija, Ferrán Martinez, que causó la muerte de más de cuatro mil inocentes, lo que arrasó aquella judería hasta el extremo de que, cuando la expulsión de 1492, dicen que en Sevilla ni se notó, porque apenas quedaban judíos.
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La mesa sefardí se abre con un variado surtido de entremeses, el mezé, que se suelen tomar con ‘raki’, una especie de aguardiente anisado parecido al ‘pastis’, que reconforta maravillosamente el estómago. Incluso en la farmacopea doméstica se usa para aliviar lo que llaman males de la boka del korason, y que son desde el dolor de muelas hasta la aerofagia, pasando por la gastritis, úlceras y demás enfermedades relacionadas con el aparato digestivo. Esta especie de aperitivo se toma en casa cuando hay alguna celebración religiosa o familiar, también se puede hacer fuera, en algún bar donde se reúnen los amigos y de algún modo dejan ya casi solucionada la comida. Los platos más habituales suelen ser los fritos de calabaza y berenjena, las ‘filikas’ o especie de empanadillas rellenas de varios quesos, huevos y especias; el ‘djadjik’, que es como una sopa de yogur con pepino y menta aliñado con aceite de oliva y vinagre; la ‘tarama’, pasta preparada con huevas de pescado secas, miga de pan, cebolla cruda y aliño de limón y aceite; los ‘vahtes’ o ‘garato’, que son pescados azules salados y conservados en aceite como nuestras anchoas; la ‘tuna’, escabeche de bonito preparado con limón en vez de vinagre; el ‘plaki de avas’, un estofado de habichuelas blancas que se come frío revuelto con una ensalada de hortalizas y un sinfín de ensaladas de remolacha, berenjenas, calabacines, col, coliflor, escarola, achicoria, judías verdes, habas, pepino, rábanos, pepinillos, sesos, etc.
Creo innecesario hacer ningún comentario sobre la maravillosa costumbre que aún permanece en España de celebrar el aperitivo, rito que suele convertirse, en algunos días festivos, en verdadero sustituto de la comida, y que yo personalmente no perdono ni aún estando en otro país.
Otra costumbre sefardí que se respetaba hasta hace apenas dos o tres décadas en España, era la de comer pescado los viernes, una deformación sincrética del ayuno cuaresmal y la preparación del Sabath, que dio como resultado un interminable recetario en el que se puede disfrutar de preparaciones basadas en los métodos antiguos de conservación: ahumados, salmueras, salazones, escabeches, encurtidos, en aceite, etc., ya que por aquel entonces el pescado fresco no llegaba en condiciones a la meseta. Respetado el ayuno sabatino, todos los miembros de la familia esperaban impacientes el retorno de los hombres de la sinagoga para poder desayunar. Era otra fiesta que se repetía cada semana y que da idea del valor que la mesa tiene en esta cultura. En esta ocasión el aperitivo era más contundente ya que se compone de kozas d'orno, o sea de preparaciones mucho más sofisticadas que se cuecen lentamente en el horno. Estas llamadas kosas d’ orno, suelen ser las ‘borrekas’, empanadillas tiernas rellenas de queso que se cuecen al horno suave; el pastel o pastela, que es un hojaldre relleno de verduras, queso, o carne, y espolvoreado de azúcar glasé; el ‘almodrote’, pastel de berenjenas con queso y huevo que se asa al horno y una vez frío y cuajado, se corta en grandes dados y las ‘filas’, o ‘filikas’ citadas anteriormente.
Durante el Pesah, es decir la Pascua, en las preparaciones que llevan miga de pan, como el almodrote, ésta se cambia por pan ácimo troceado, costumbre que seguramente dio origen a nuestros gazpachos de pastor, o manchegos. En esta comida, o mejor dicho desayuno, también se sirven ‘guevos haminados’, una especie de huevos duros cremosos que se cuecen primero en agua hirviendo con cebolla durante quince minutos, y luego se dejan al calor toda la noche del viernes para que estén listos para la comida del Sabath.
Los mazapanes eran platos de boda, tradición que perdura en España, sobre todo en Toledo, que fue la última gran ciudad sefardí, y donde quedaron escondidos hasta nuestros días muchos judíos que no fueron delatados por sus vecinos a las autoridades de la Inquisición. De hecho el apellido Toledano es aún frecuente en España y casi exclusivo de los sefardíes.
Otro plato muy tradicional en España son las ‘orejas de fraile’ que se comen en Galicia durante el Carnaval y cuyo origen es también judío. Los judeo-cristianos celebraban el Purim, una fiesta algo pagana que no fue instituida por Dios sino por los judíos para celebrar la muerte de Haman, o Ammán, un ministro del rey persa Asuero que intentó exterminar a todos los judíos de su territorio. Este episodio glorioso del pueblo judío que se salvó del genocidio gracias a Ester, esposa del rey Asuero, y que debió ser una carnicería de órdago, se celebra el día antes de Pascua comiendo unos fritos de masa rellenos de crema llamados ‘orejas de Haman’. Esta fiesta del Purim no debe confundirse con la del Gran Perdón, Kipur, Yom Kipur, o Yom Kijopurim que se celebra el día diez de Tishri (septiembre) y en la que se hace ofrenda de un gallo y se consume una deliciosa bebida llamada ‘pepitada’, preparada a base de pepitas de melón secas, trituradas y luego maceradas en agua con azúcar.
Días después de esta fiesta, en el equinoccio de otoño, vendrá la celebración de las cosechas del vino y el aceite, la fiesta de los Tabernáculos, que junto con la de Pentecostés, días antes del solsticio de verano y en la que se celebra la fiesta de trigo, son grandes manifestaciones de júbilo y hasta se permite algo de juerga ( Para saber más tomado de ..)

lunes, 1 de diciembre de 2014

La Inquisición española


Inquisición española
Diferente también de la Inquisición medieval, la Inquisición española se fundó con aprobación papal en 1478, a propuesta del rey Fernando V y la reina Isabel I. Esta Inquisición se iba a ocupar del problema de los llamados marranos, los judíos que por coerción o por presión social se habían convertido al cristianismo; después de 1502 centró su atención en los conversos del mismo tipo del Islam, y en la década de 1520 a los sospechosos de apoyar las tesis del protestantismo. A los pocos años de la fundación de la Inquisición, el papado renunció en la práctica a su supervisión en favor de los soberanos españoles. De esta forma la Inquisición española se convirtió en un instrumento en manos del Estado más que de la Iglesia, aunque los eclesiásticos, y de forma destacada los dominicos, actuaran siempre como sus funcionarios.

La Inquisición española estuvo dirigida por el Consejo de la Suprema Inquisición, pero sus procedimientos fueron similares a los de su réplica medieval. Con el tiempo se convirtió en un tema popular, en especial en las zonas protestantes, por su crueldad y oscurantismo, aunque sus métodos fueran parecidos a los de instituciones similares en otros países católicos romanos y protestantes de Europa. Sin embargo, su superior organización y la consistencia del apoyo que recibía de los monarcas españoles, descollando Felipe II, hicieron que tuviera un mayor impacto en la religión, la política o la cultura que las instituciones paralelas de otros países. Esta eficacia y el apoyo político permitieron a Tomás de Torquemada, el primero y más notable gran inquisidor, ejecutar por miles a supuestos herejes.
El gran inquisidor y su tribunal tenían jurisdicción sobre los tribunales locales de virreinatos como México y Perú, donde estuvieron más ocupados con la hechicería que con la herejía. El emperador Carlos V introdujo la Inquisición en los Países Bajos en 1522, pero no consiguió acabar con el protestantismo. Se estableció en Sicilia en 1517, aunque no lo pudo hacer en Nápoles y Milán. Los historiadores han señalado que muchos territorios protestantes tenían instituciones tan represivas como la Inquisición española, por ejemplo el consistorio de Ginebra en tiempos del reformador francés Juan Calvino. La Inquisición quedó al fin suprimida en España en 1843, tras un primer intento, fallido, de los liberales en las Cortes de Cádiz, en 1812. Para saber más está tomado de..



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Trabajo voluntario; ver el documental,  y considerar si  es objetiva la información que da o si se ha realizado siguiendo la línea de la Leyenda Negra creada sobre España. Opina.
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